sábado

ESTRELLA DE LA JAULA


Estrella de la jaula, quinceañera,
pequeña sugerencia del quizás,
cadencia entre mis brazos al compás
de aquel "bella sin alma" enredadera.

Palabras susurradas, un te vas
llevándote la noche en bandolera,
dejándome en los labios una hoguera...
las tres de la mañana. Volverás.

Y harás nacer el día en un momento,
bajar de lo más alto el firmamento,
volver a enamorar mi viejo estilo...

hacerme palpitar, tenerme en vilo,
llevarme en un suspiro de tu aliento
al final del amor...¡Cómo te siento!

Y harás nacer el día en un momento,
bajar de lo más alto el firmamento,
volver a enamorar mi viejo estilo...

hacerme palpitar, tenerme en vilo,
llevarme en un suspiro de tu aliento
al final del amor...¡Cómo te siento!

URGENCIAS


Necesito de ti, saber que vives
y que no estás tan lejos que no acudas
a una llamada mía, tan posible,
a una urgencia de besos y de ayudas.

Necesito de ti, aunque la bruma
vaya borrando, a veces, tus confines,
te difumine el tiempo, la rutina
de perdernos sin metas y sin límites.

Necesito de ti, saber que estás
más allá de la sombra y del quizás,
esperando no sé, ni qué, ni cuándo;

pero que no estás lejos, que vendrás
a encenderme una luz, iluminando
nuestro viejo camino una vez más

EL MILAGRO DE ENCONTRARTE

 

Aquí hay un hombre que sigue
sin que le mires, mirándote,
aquí hay un hombre que vive
solamente para amarte:
te está esperando aquí un hombre
que es de ti, sin que le ames,
como del campo las flores,
como las nubes del aire.

Aquí hay un hombre que muere,
que muere sin avisarte,
que te recuerda y te quiere
aquí, allí, en todas partes;
un hombre que se resiste
a abandonar, a marcharse,
un hombre cansado y triste
que no consigue olvidarte.

Aquí hay un hombre que espera
el milagro de encontrarte
en esta intrincada selva
donde no se encuentra a nadie;
¿para qué?, para decirte
que ya es tiempo de que bajes
de tu nube, que me mires,
que sonrías, que me hables...

Si los milagros existen
puede ser que tú repares
en un hombre que te quiere
como no te quiso nadie,
y asombrada por quien dice
que te ama sin que le ames,
hagas feliz a este hombre
con un “quizás” en el aire